World is Mine!

Capitulo 2: Primer día
-¿Tienes todas tus cosas listas Len? –Preguntó la rubia mientras terminaba de cerrar su mochila y se ponía los zapatos-
-Si, eso creo –Dijo mientras aparecía por el pasillo junto a su mochila, para luego comenzar a colocarse los zapatos-. Te queda bien el uniforme.
-A ti también, Len –Dijo con una sonrisa-. Es como si el uniforme estuviese hecho para nosotros.
-Si –Asintió ya de pie con los zapatos puestos-.
-¿Nos vamos ya? –Preguntó-.
-Por supuesto.
Ambos chicos se habían levantado temprano y habían hecho todos sus quehaceres antes de partir. Estaban nerviosos… ¡Era su primer día! En su nuevo colegio y también en la disquera… ¿Cómo no estar nervioso?
-Creo que es por aquí –Dijo Rin mientras miraba el extraño mapa que Meiko le había entregado-.
-¿Estas segura? –Preguntó un tanto asustado el muchacho-.
-Eso creo… ¡Mira! Parece que ya hemos llegado –Dijo Rin mientras observaba la placa de algo que parecía ser una gigantesca mansión-. Yamashita… -Susurró-. Creo que es aquí
-¡¿Tan grande?! –Exclamó el muchacho-.
-Entremos –Dijo temerosa sin tomar en cuenta el comentario de su doble-.
-Si… -Asintió nervioso-. Nee Rin…
-¿Hum? -Preguntó observando a su compañero-.
-¿P-Puedo tomar tu mano? –Preguntó sonrojado-.
-¿Tan asustado estas? –Preguntó asombrada mientras observaba la cara de preocupación de su compañero-. Ya que… -Dijo mientras tomaba la mano del rubio-. Entremos…
Sus pasos eran lentos y a la vez firmes. Ambos caminaban a la par y tomados de la mano mientras observaban su alrededor.
-¡Rin Dono! ¡Len Dono! –Exclamó una voz a sus espaldas, y que al parecer… Estaba bastante fatigada-. Lo siento, me quede dormido y no llegue a tiempo. Tenía pensado ir a buscarlos para presentarlos ante el director. Recuerden que su tutor de ahora en adelante seré yo…
-¡Gakupo san! –Exclamó Rin al girar para ver de quien se trataba-.
-De verdad lo siento niños… -Se disculpó-.
-No te preocupes. Lo importante es que ya estas aquí y nos guiaras –Dijo Len intentando calmar al hombre de cabellos morados que hacia enormes esfuerzos para no llorar-.
-Arigato Len Dono –Sollozó sonrojado-. Vamos, que están por tocar la campana.
Y así, Rin y Len en compañía de Gakupo, llegaron a su destino.
-¡Oh Gakupo Chan! –Saludo el hombre de bigotes y cabello plomo-. ¿Cómo has estado?
-Muy bien Oji chan –Dijo con una voz increíblemente tierna-.
-¿Los muchachitos que están detrás de ti son los nuevos? –Preguntó con voz amena, logrando que los asustados muchachos dieran la cara-. ¡Pero si son iguales! –Exclamó-. Y muy lindos también.
-Mucho gusto, yo soy Kagamine Rin y el es Kagamine Len. Es un placer para nosotros estar en una academia de musica tan hermosa y reconocida como esta. Muchas gracias por aceptarnos
-Pero que muchachita tan cortes –Dijo el hombre enternecido-. Sean muy bienvenidos a nuestra academia. Espero que aprendan muchas cosas y que por sobretodo la pasen muy bien. –Concluyó-.
-¿Es esa la campana? –Preguntó Len al sentir el suave sonido que se escucho por todos los rincones del sector-.
-Si, las clases ya están por empezar así que es mejor que se den prisa. –Dijo Gakupo-. ¿Tienen a mano sus horarios?
-¡Hai! –Asintieron ambos al unísono-. ¡Nos vemos pronto Gakupo! –Dijeron antes de comenzar a retirarse-. Con su permiso –Y desaparecieron tras la puerta-.
-Has encontrado un buen dúo Gakupo –Dijo el hombre mientras su mirar sereno cambiaba a uno lleno de seriedad-.
-Lo se… -Dijo con voz preocupada-. Pero me preocupa el hecho de que desconozcan su origen. Ayer quedé bastante desconcertado al enterarme de que esa era la primera vez que se veían y me dedique a investigarlos. Es posible que, conociendo las circunstancias y también el hecho de que no se conocieran, sean los herederos de aquel clan…
-El clan que desapareció misteriosamente hace unos años… Los Kiiroi Kagamine (N/A: Kiiroi significa amarillo en japonés) –Dijo seriamente el hombre de mayor edad-
-De todos modos, sean o no de aquel clan, los protegeré a ambos al coste de mi propia vida –Dijo honorablemente el samurai-.
-Eso era lo que quería escuchar… Hijo –Dijo volviendo a su sereno semblante-.
-Arigato, Otto san… -Susurró-.
La academia era tan grande que ya estaban perdidos y no podían encontrar el maldito salón. Ya llevaban 10 minutos de retraso y eso les ponía mucho más nerviosos.
-Len, no encuentro el salón de historia… -Se quejaba ya un tanto fatigada-.
-Tranquila, ya lo encontraremos –Le decía intentando calmar a su amiga mientras le acariciaba la cabeza con dulzura-.
-¡¡¡Oh!!! ¡Son igualitos! –Exclamó una voz terriblemente chillona delante de ellos-.
-¿Quién es esta? ¡¿Y porqué va vestida diferente y de verde?! –Pensó la rubia, observando a la recién llegada-.
-¡Hola! Soy Hatsune Miku ¡Mucho gusto! –Exclamó felizmente-.
-Mucho gusto –Dijeron los rubios al mismo tiempo-. Somos los Kagamine y estamos buscando el salón de Historia.
-¡Oh! Yo voy hacia allá ¡Vayamos juntos! –Exclamó nuevamente, para el disgusto de la rubia-.
-¿Qué le pasa a esta loca? –Pensó Rin con enfado mientras comenzó a caminar guiada por Len, quien le jalaba de la mano-.
Fue cosa de dar un par de vueltas para que encontraran el maldito salón, y lo peor de todo era que ya habían pasado por allí dos veces. Además que esa niña “verde” (N/A: Verde con desprecio ¬¬) iba cantando una cosa de PopiPopi no se qué, que fastidiaba a la rubia.
-¡Minna! Llegaron amiguitos nuevos –Exclamó la verde a lo que el salón comenzó a llenarse con “Oh es Miku” “Que linda es” “¿Alumnos nuevos?”-.
Entraron con el semblante serio y con la frente en alto. Estaban nerviosos, pero no querían que los nervios estropearan aquel día, más les bastó ver las ropas diferentes de todos los que allí se encontraban y los murmullos del salón, para que se les pusieran los pelos de punta. Apenas y se conocían de ayer y no eran gemelos… Pero las coincidencias les hacían pensar lo contrario. Era difícil para ellos comenzar a hablar.
-¿Por qué nos miran así? –Se preguntaba el rubio para luego fijarse en las miradas de los chicos-. ¡Que puercos! ¡Rin es mía! Esperen… ¿Mía?
-Len… Espero que estas tontas no se lancen a él –Pensaba preocupada-.
Segundos terribles atormentaron a los jóvenes de igual rostro. Los atormentaron hasta que Rin decidió romper el hielo tomando un plumón de pizarra que estaba en el asiento solitario del profesor, para escribir su nombre y el de su compañero en la pizarra.
-Mucho gusto. Yo soy Kagamine Rin y soy nueva en esta preciosa academia. Espero que logremos llevarnos bien –Dijo con voz suave y a la vez, extremadamente fría-. Len… -Le susurró dándole un codazo-.
-Ah, si… -Susurró-. Mucho gusto, soy Kagamine Len y al igual que Rin soy nuevo. Espero que nos llevemos bien –Dijo un tanto cohibido y con mirar tierna-.
-¡¡Kya!! ¡Kawaii! –Chillaron todos los del salón, todos menos un chico de cabellera plateada quien se levantó de su asiento y comenzó a caminar hacia donde los chicos nuevos se encontraban-.
-Pero que tenemos aquí –Dijo con voz sarcástica-. Un niño que parece bebe… ¿Cómo se decía esto? ¿Chico Shouta? –Dijo con desprecio mientras levantaba la cara del rubio por el mentón, logrando silencio en el salón-.
-¡Yo no soy un chico Shouta! ¡Cállate o si no…! –Dijo tembloroso, estaba acostumbrado a los matones, pero ahí, enfrente de todo el mundo él no…-
-Dell Kun por favor… -Intentó decir Miku-.
-¡Suéltalo de una puta vez! –Exclamó Rin, un poquito antes de que una de sus súper patadas le llegara al chico de cabellos plateados en la cara y lo mandara a volar-. Si te metes con Kagamine Len te metes conmigo. Odio a los brabucones y no permitiré que le hagas daño. ¡Y esto no es solo para ti Dell o como te llames! ¡Esto es para todos ustedes! –Exclamó apuntando a todos los del salón-.
-Rin… -Susurró sonrojado observando como su doble femenina se acercaba a él-.
-¿Estas bien, Len? –Preguntó preocupada mientras inspeccionaba el rostro del muchacho-.
-S-Si, gracias… -Susurró un poquito antes de que el brabucón de la clase se le acercará a la rubia y la tomara por el brazo-.
-Escúchame mocosa… ¡Nadie, pero NADIE! Golpea a Honne Dell –Dijo mientras la observaba con un gran odio-.
-Pues ya lo hice, y no me llamo nadie –Se burló con voz socarrona a lo que el muchacho se sonrojó-.
-Si haces eso, lograrás que me enamore de ti –Le susurró mientras se le acercaba peligrosamente y al igual que a Len, le tomaba el mentón-.
-¡¿Q-Qué v-vas a…?! –Intentó articular, mas la lengua del muchacho la erizó al hacer contacto con su mejilla-. ¡Kya! –Exclamó intentando retroceder, pero el muchacho la tenía tomada de la cintura-.
-Apenas y he comenzado preciosura…
-¡¡Dell Kun deja a la nueva alumna en paz!! –Se escuchó por toda el aula mientras una botella de sake le llegaba en la cabeza al muchacho y lo dejaba nocaut en el suelo-.
-¡¡Haku Sensei!! –Exclamaron todos los del aula, claro, todos menos el chico noqueado y los nuevos-.
-Siento llegar tarde, creo que me quede dormida en el autobús y termine como a doce cuadras de aquí… ¡Hip! –Dijo con voz borracha y triste-.
-Haku nee san ¡Deja de tirarme tus botellas de sake vez que llegas al salón! –Exclamó ya revivido, el noqueado-.
-Aquí yo soy tu profesora Dell Kun ¡Hip…! Además para que deje de hacer eso debes dejar de molestar a la gente. ¡Eres un brabucón!
-¡Ah Cállate! –Exclamó enfadado-.
-Discúlpate con los pobrecitos niños ¡Hip…! Mira como los has dejado, están traumatizados.
En efecto, Rin estaba sentada en una silla que un compañero le había cedido junto a Len, quien le tenía tomada la mano y acariciaba su mejilla que había sido lamida por el brabucón…
-Len no te preocupes, ya estoy mejor… -Susurró por lo bajo-.Creo que me saltaré esta clase –Y dicho esto se paró de su silla-. Haku Sensei, iré hacia la enfermería, no me siento muy bien
-No hay problema ¡Hip…! Vaya junto a su gemelo a buscar la enfermería. Yo me pondré a hacer clases. –Y dicho esto, se tumbo en la silla de maestros y comenzó a llorar-. ¡¿Por qué tengo que ser profesora de historia?! ¡Yo quería cantar! ¡Buah, buah! -Lloriqueó golpeando la mesa-.
-¡Sensei, creo que al ser nuevos se les hará difícil encontrar la enfermería! Los acompañaré –Dijo una chica de cabellos rojizos y con unos moñitos ondulados a los lados-.
-Kasane Chan, gracias… -Dijo entre sollozos la profesora de cabellos largos y plateados-.
-Vamos Len Kun, Rin Chan –Susurró suavemente mientras los conducía hacia la salida y desaparecían juntos, tras la puerta-.
Caminaron en silencio por un largo rato, rato en el cual Rin intentaba no llorar. Aquel acontecimiento la había traumando bastante…
-Etto… -Susurró la suave voz de la guía-. Disculpen a Dell Kun, él en realidad es un buen chico y hasta es trabajador… Es muy irritable y todo eso pero…
-No te preocupes –Dijo Rin con voz serena mientras apretaba la mano de Len-.
-Es extraño ver a gemelos. Son los únicos que he visto en mi vida… -Susurró- Sus apellidos son…
-Kagamine –Interrumpió Len con una linda sonrisa, que logró que la muchacha se sonrojara un poco-. Pero no somos gemelos, nos conocimos recién ayer…
-Oh, pero eso si que es raro…
-Mas raro es que no lleven el uniforme de la academia…
-¿Uniforme? –Preguntó desconcertada la muchacha-. Acá cada uno se viste como quiere, uno elige su uniforme propio. ¿Es que acaso son de alguna agencia de cantantes o algo? –Preguntó de repente-. Últimamente han llegado bastante a esta academia, especialmente por parte de Gakupo Sama. Yo pertenezco a la compañía Utau, y la mayoría de mis compañeros están estudiando aquí, aunque algunas en cursos diferentes-.
- Sugoi na.. –Dijeron ambos al unísono-.
-Nosotros somos de la agencia Vocaloid. Yo vivía a las afueras de Tokyo y Len vivía en Osaka con su prima. Llegamos apenas ayer. Así que no conocemos prácticamente nada –Dijo Rin ya más motivada con la conversación-.
-Con que Vocaloid… -Murmuró pensativa-. Es una gran agencia, se ha vuelto famosa en tan poco tiempo. ¿Ya conocen a Meiko san y a Kaito san? Ellos son algunos de nuestros profesores. Creo que son como súper dotados. Saben mucho para su corta edad –La chica sonrió-. Mas tarde nos toca las afinaciones de voz con Meiko san, y mañana a primera hora nos toca Kaito san, quien nos enseña a tocar instrumentos musicales.
-¡Wuaoh…! ¿El idiota de Kaito sabe tocar instrumentos? –Dijo Len sorprendido. Él lo único que sabia de Kaito era que cantaba bien y que le gustaban los dulces. No podía pasar el día sin un dulce…-.
-¿Idiota…? –Preguntó traumatizada la ídolo de Kaito-.
-Si que lo es, antes de venirnos a Tokyo, se puso a llorar porque se le perdió su bolsa de caramelos y su helado de vainilla se derritió antes de que pudiera comérselo… -Recordó-.
-Ya veo jeje –La chica sonrió-. Ya llegamos a la enfermería. Rin chan, recuéstate y descansa un poco. Te estaremos esperando en el salón. –Dijo con alegría-. ¿Saben? Dieron gran impresión, y no solo por el hecho de ser igualitos, si no que además sus voces son preciosas. Ya no puedo esperar para que canten una canción a dúo.
-Arigato Kasane Chan –Susurró débilmente la rubia mientras entraba a la enfermería-. Nos vemos luego.
-Iremos a clases después del descanso… ¿Qué nos toca después?
-Matemáticas… -Susurró sombría la muchacha-. Y no lleguen atrasados por favor… La Sensei es muy cruel, si llegas atrasado ¡Te golpeará con su atún gigante! Y eso sí que duele.
-Jeje, gracias –Rió nerviosamente el rubio-. Nos vemos –Y entró a la enfermería-.
Dentro de la enfermería, una apacible mujer recibió a los chicos nuevos, quienes de dirigieron a una de las cuantas camillas que habían allí. La mujer les dio la bienvenida a la academia y le dio a Rin una pastilla para el dolor de cabeza.
-Estaré aquí siempre que me necesiten, espero serles de ayuda y que nos llevemos bien. –Dijo con una amplia sonrisa-.
-Nee, Marie Sensei… ¿No están los profes de este lugar un poco zafados? Una profesora ebria, otra que golpea con un atún, uno fanático de los dulces…
-Quizás tengas razón, pero todos ellos son lindas personas. Y muy pronto conocerán a los demás. Esta academia, pese a ser de musica, enseña todas las otras asignaturas básicas. En matemáticas tenemos a Luka San; en lenguaje tenemos a Meito, que es el mellizo de Meiko. En historia común está Haku Chan; en ciencias esta Akaito, el hermano mayor de Kaito; Ruko Chan les enseñara todo lo que es el área de computación y digitalización de sus canciones y Mikuwo, el hermano mayor de Miku, les hará deporte.
-Vaya, si que hay parientes… -Susurró Len-.
-Si… -Susurró-. Su curso es tratado por todos esos profesores. Cada curso tiene profesores distintos, y cada uno de esos profesores además de ejercer su profesión de maestro, son músicos rescatables.
-Ya veo… -Susurró Rin desde la cama-.
-Bueno chicos, los dejos solos. Tengo que ir a ver unos papeles. –Dijo parándose de la silla en la cual estaba sentada-. Rin Chan, si te sientes mejor regresa a clases, si no, avísame y te enviare a tu casa ¿Vale?
-Si… Muchas gracias Marie Sensei –Susurró pausadamente-.
-Nos vemos –Y dicho esto, desapareció tras la cortina-.
-Rin... Lo lamento, por mi culpa tú… -Susurró acongojado mientras apretaba cariñosamente las manos de la muchacha-.
-Len, no fue culpa tuya. Yo me descuide, eso es todo –Dijo con una sonrisa-. ¿Es extraño verdad…?
-¿Qué cosa? ¿La academia? –Preguntó desconcertado-.
-Bueno si, pero no me refiero a eso –Aclaró sonrojada-. Me refiero al afecto que nos hemos tomado. Si tomamos en cuenta lo que Meiko nos dijo ayer sobre nuestro historial, es bastante extraño…
-Quizás no sea extraño. Nos conocimos por algo, estábamos destinados a conocernos, es por eso que nos queremos mutuamente…
-¿Qué te pareció esa tal, Miku? –Preguntó de repente un tanto fastidiada-.
-Un poco tonta, ilusa y hueca –Respondió con sinceridad-. Aunque es una buena persona.
-Ella es bastante reconocida en Japón, y oí que su nuevo single estaba siendo escuchado en el extranjero. Me da un poco de envidia…
-Quizás si, pero no olvides que aún no hacemos aparición…
-Tienes razón… -Susurró antes de comenzar a tararear una canción con una melodía un tanto melancólica-. “Arifureta koi gokoro ni ima wana wo shikakeru, Wazuka na sukima nozoke ba…” (En mi ordinario amor, mi corazón se libra; y yo preparo una trampa para ti, incluso aunque yo vaya detrás de ti, lo oigo todo)
-“Tsukamaete…” (Captúrame) –Cantó Len-.
Ambos chicos se miraron desconcertados, más eso no permitió que su cantó dejada de fluir.
-“Tatoeba fukai shigemi no naka suberi komasete, Tsunaida ase no kaori ni tada okasareteru…” (Déjame solamente decir lo que veo dentro de ti me veo a mi mismo. Huyendo de tus memorias. Unido con el dolor de tu sudor, yo podría simplemente ser afectado) –Cantaron al unísono-.
-¡¿Te la sabes?! –Preguntó Rin-.
-Papá la cantaba cuando era pequeño, decía que fue una canción que compuso junto a mi madre…
-Mi madre… Mi madre dijo lo mismo –Susurró levantándose de la cama-. Eso quiere decir que tu y yo…
-Rin –Susurró Len-. ¿Por qué me siento asustado? No quiero que ella sea mi hermana… Ella es, ella es la persona a quien yo…
-Len es mi hermano… Pero ¿Por qué mi corazón se achica de esta manera? –Pensó agobiada-. Esta canción quizás encierra el significado de porque nos separaron…
-Es posible Rin –susurró Len-. Me estoy enamorando de mi posible hermana…
-Me estoy enamorando de mi gemelo…
Ambos se miraron cohibidos y luego se abrazaron protectoramente. No podían comprender que era lo que sucedía… ¿Por qué habían crecido separados? ¿Por qué sus padres dejaron de estar juntos? ¡¿Por qué habían comenzado a quererse de esa forma tan especial si eran hermanos?! ¿Por qué…?
De pronto sonó la campana para el descanso, mas los acontecimientos recientes habían hecho que Rin se sintiera peor por lo que ambos decidieron irse a casa.
-¿Te sientes mejor Rin? –Preguntó Len entrando a la habitación de la chica con un plato de sopa-.
-Dije que tenías que golpear primero –Se quejó-.
-Ah, Gomenn –Se disculpó preocupado, a lo que la rubia se rió-.
-Realmente eres un tonto –La chica sonrió mientras se acomodaba para comer la sopa-. ¿Tú ya comiste?
-Aún no –respondió-. Me tienes preocupado Rin.
-Baka, ya estoy mejor. –Dijo-. ¿Qué hora es? A las seis debemos ir a la oficina de Gakupo –Dijo preocupada-.
-Son las cuatro y media –Susurró-.
-Ya veo, entonces es hora de que nos vayamos preparando. Ve a comer mientras yo termino la sopa para luego bañarme –Le ordenó con voz dulce-.
-¿No necesitas nada mas? –Preguntó mientras se paraba del asiento y le acomodaba la bandeja a Rin-
-No
-Bien, entonces iré a comer –Y dicho esto, comenzó a dirigirse hacia la puerta a paso lento, mas antes de que pudiera cruzar por ella, la suave voz de la chica lo hizo detenerse-.
-Gracias pro todo, Len –Dijo mientras sonreía apaciblemente y un sonrojo terriblemente tierno ante los ojos del muchacho, le adornaba el rostro-.
-N-No es nada Rin… -Dijo antes de salir a paso apresurado para luego apoyarse en la pared-. Mi corazón… Mi corazón esta por estallar
¡Umai! (Delicioso)
Eso fue lo último que escuchó antes de alejarse de la pieza de su doble femenina con el corazón galopando a gran velocidad. Ciertamente era muy pronto, pero es que la personalidad de la muchacha era tan extrañamente especial, que le hacia desear protegerla y quererla, a pesar de que él había sido el protegido en aquel día tan agitado. Rin se había convertido en una persona muy especial para él, además de que era la única chica con la que podía hablar y mostrarse como era, sin represiones ni miedo… Sin que lo miraran en menos ni comenzaran a decirle que era lindo y que querían ser su novia… Rin era perfecta para él, Rin había comenzado a convertirse en su todo a pesar de solo llevar dos días junto a ella.
-¿Qué es lo que estoy pensando…? ¡Ella es mi hermana! Ella es… -Una solitaria lágrima se resbaló por su mejilla sonrosada-. Ella es a la primera chica que yo he…
El tiempo fluyó de manera rápida y las seis estuvieron a la vuelta de la esquina para ambos chicos quienes ya iban caminando en dirección a la oficina de Kamui Gakupo con un nudo en la garganta. Nuevamente estaban nerviosos.
-¡Oh! ¡Rin Chan, Len Kun! –Exclamó la voz de Meiko en la puerta de entrada al estudio-.
-¡Meiko! –Exclamó Rin mientras comenzaba a correr en dirección hacia ella junto a Len-. Kaito también…
-Los estábamos esperando chicos ¿Nee, querida Meiko? –Dijo de repente con seductora voz-.
-¡De querida Nada! –Exclamó sonrojada mientras lo enviaba a volar por los aires-.
-Ella aún no comprende mis sentimientos –Sollozó abrazando a un helado de vainilla gigante-.
-Takku –Se quejó-. En fin, entremos. No queda mucho tiempo para que los demás lleguen.
-¡Hai! –Respondieron ambos como era de costumbre-.
Caminaron de forma lenta siguiendo a Meiko y Kaito quienes iban discutiendo por cosas triviales. Nuevamente estaban nerviosos y se preguntaban quienes serían sus nuevos compañeros. Estaban ansiosos, se preguntaban si habían tenido la oportunidad de conocer a sus compañeros, mas aquella ansiedad se rompió al cruzar el umbral que los separaba de aquella pregunta y les traía la respuesta.
-¡Ho! ¡Pero si son los Kagamine! –Exclamó una voz chillona-.
-¡¿EH?! –Exclamarón al ver quienes estaban en la oficina junto a Gakupo-. ¿Miku? ¡¿Dell?!
-¡Ustedes! –Exclamó el chico de ojos rojos y cabellos plateados-.
-Oh no… –Dijeron ambos con desprecio-.
-Kora, ustedes dos no entraron a mi clase el día de hoy. Pero como son nuevos les perdonare esta –Dijo una mujer de cabellos rosados mientras hacia golpear su mano con un atún gigante-.
-Así que nuestros nuevos alumnos serán nuestros compañeros –Dijo la mujer de cabellos plateados al lado del enemigo mortal de los Kagamine-. Dell Kun, será mejor que te comportes con ellos.
-¡Yo no…! –Exclamó enojado, más al encontrarse con los ojos de Rin, bajo la mirada y se sonrojo un poco-. Y-Yo… L-Lamento lo de hoy Rin, Len…
-¿Eh...? –Susurró la rubia-. Quizás Kasane san tenga razón –Pensó- además tengo que comportarme bien con todos para así poder triunfar. –Se dijo así misma-. No hay problema Dell, espero que logremos llevarnos bien –Sonrió-.
-Veo que ya se conocieron en la escuela… -Dijo el hombre de cabellos morados con una gota en la cabeza y una sonrisa media forzada-. Espero que no hayan tenido muchos problemas con estos diablillos.
-No muchos –Mintió Rin con una sonrisa serena-. Bueno, me presento: Soy Kagamine Rin, y a partir de ahora seré su nueva compañera. Espero que seamos buenos compañeros. Por favor, cuiden de mi y enséñenme para lograr llegar a ser una gran cantante como todos ustedes.
-Soy Kagamine Len, y desde ahora también seré uno de vuestros camaradas. Espero que no tengamos ningún problema y podamos llevarnos bien –Dijo un tanto sonrojado-.
-Chicos, será mejor que ustedes se presenten también como es debido ¿No? –Dijo Gakupo mientras una sonrisa le surcaba el rostro. Parecía complacido, mas el tema de los hermanos Kagamine aún le intrigaba un poco-.
-¡Hi! ¡Hi! Soy Hatsune Miku, la actual reina de esta hermosa compañía de música. Espero que nos llevemos muy bien y que seamos buenos amigos –Dijo mientras sonreía y tomaba las manos de Len para disgusto de Rin y el nerviosismo del chico-.
-¿Por qué Reina? –Preguntó Rin con disgusto. Definitivamente aquella chica le caía cada vez peor-.
-Por qué soy la que más ha tenido éxito, y porque soy la más linda y tierna –Afirmó mientras le soltaba las manos a Len y sonreía ampliamente para la rubia-.
-Tú no eres reina ni del suelo que pisas -Dijo Dell con disgusto-. Yo soy Honne Dell y soy el medio hermano de esta alcohólica. Trabajo en una empresa de computadores y se me da bien el canto. Espero que disculpen mi comportamiento de hoy y que logremos llevarnos bien –Dijo con voz arrogante mientras cruzaba sus brazos tras su cabeza-.
-¡Dell Kun! –Exclamó enfadada mientras lo amenazaba con una botella de sake-. Nya, soy Yowane Haku y además de ser su profesora de historia en la academia Yamashita, seré una de sus compañeras. Espero que nos llevemos bien –Dijo débilmente-.
-Yo soy Megurine Luka –Dijo con voz fuerte, que asustó un poco a los gemelos-. Seré compañera vuestra y su maestra de Matemáticas. Espero que nos llevemos bien y que no me hagan enojar… Porque de lo contrario -Sus ojos brillaron con malicia (N/A: Cuando ponen los ojos como diamantes y se les surca una sonrisa media sádica) mientras destrozaba su atún gigante con sus manos, a lo que los rubios tragaron saliva con fuerza-.
-¡Ou! –Exclamó la voz de Meiko una vez las presentaciones culminaron-. ¡Ahora a celebrar! –Dijo abriendo una puerta que daba paso a una especie de comedor muy bonito, que tenía la vista a los edificios y luces de la noche. En aquel lugar, había globos, serpentinas y una gran tela que decía “¡Bienvenidos Kagamine Rin & Len!”-.
-¡¡Wuahhh!! ¡¡Arigato!! –Exclamarón ambos mientras entraban al lugar-.
-Es muy bonito
-Al igual que ustedes y vuestras voces. Serán un gran dúo –Dijo Gakupo a sus espaldas-. Espero con ansias su primera canción, ojala y logren componerla pronto.
-¡Hai! –Asintieron los dos-.
Y así, la fiesta comenzó animadamente. Kaito se estaba llenando la boca de dulces mientras Haku y Meiko hacían la típica competencia de “Quién bebe más rápido”. Gakupo intentaba que Luka le prestara atención y Miku conversaba amenamente con Dell, quién había comenzado a fumar.
-Dell, no es bueno que fumes, aún eres muy joven –Reclamó Rin, a lo que el chico de cabellos de plata doblo el cigarro y lo deposito en el cenicero-.
-Está bien, lo siento… -Susurró nerviosamente y un tanto avergonzado-.
-¡Nee Rin! Toma un pedazo de pastel –Dijo la chica de cabellos verdes mientras se acercaba a la rubia con un pastel de chocolate. Lamentablemente, esta niña era tan torpe, que tropezó y mancho el hermoso vestido amarillo claro de la rubia-. ¡¡Wuahhh!! ¡Gomenn! –Exclamó al ver la mirada de odio de la rubia-.
-Mi-ku… -Dijo a punto de estallar, más Kaito se apresuró a acercarse a las chicas y comenzó a limpiar el vestido de la chica con su pañuelo celeste-.
-No es nada Rin, es solo un vestido, después yo te iré a comprar uno nuevo ¿Nee? –Dijo mientras le sonreía, a lo que la rubia se sonrojaba levemente para disgusto de Len-. ¡Ahora divirtámonos y comamos dulces!
-Kaito, así solo te enfermaras… -Dijo Len con una gota en la cabeza-. Además mírate, tu estar lleno de manchas de los dulces que has estado devorando
-Jajaja ¿Si verdad? –Se rió nerviosamente-. Nee Rin, disculpa a esta niña torpe –Dijo mientras posaba su mano en la cabeza de la chica verde- Ya sabes, ella es… Muy torpe
-¡Kaito! –Se quejó la peliverde mientras sus mejillas se sonrojaban-.
-Vamos Rin, a divertirse –Dijo el chico azul mientras besaba la frente de la rubia y luego le desparramaba el cabello-.
-¡Si! –Exclamó mientras corría junto a Kaito hacia la montaña de dulces-.
-Rin –Dijo la chica de cabellos verdes, haciendo que esta se detuviera. Luego, ésta avanzó hacia a ella y le susurró al oído antes de seguir su camino- Kaito es mío, que eso te quede claro…
-¿Eh…? –Susurró sorprendida, quedándose de pie, ahí varada. Sin entender las palabras de la muchacha-. Esa chiquilla realmente…
La fiesta siguió hasta muy tarde, pero Rin y Len se retiraron antes para ir a descansar. Caminaron lentamente hasta llegar al jardín que daba paso a su departamento.
-¡Ah! –Suspiró la rubia-.
-¿Cómo estas, Rin? –Preguntó con una amplia sonrisa el rubio-.
-Agotada…
-Nee Rin… ¿Cómo te cayeron nuestros nuevos compañeros? –Preguntó-. Se nota que son buenas personas y además, fue muy divertido estar con ellos.
-Tienes razón… Pero definitivamente esa niña verde… -Dijo con enfado mientras empuñaba sus manos- ¡Esa niña verde será nuestra enemiga Len! ¡Me mancho el vestido y después me amenazó injustamente!
-¡¿EH?! –Preguntó sorprendido el chico de ojos azules-.
-¡Si! Me dijo que Kaito era suyo cuando yo no he hecho nada. Además Kaito es de Meiko. No permitiré que una chiquilla como esa interfiera entre el romance de mis amigos. –Dijo con energía mientras observaba su apartamento-. Con que amigos… Se siente bien tener amigos.
-Si es así, te apoyare Rin
-¡Ya tengo una idea para nuestra primera canción! –Exclamó con energía-. ¡Solo espera Hatsune Miku! Los Kagamine te haremos caer
He ahí el segundo capitulo, próximante:
ResponderEliminarCapitulo 3: Primera Canción